Un montaje colosal hará vibrar la Catedral Primada de Bogotá, dos días después de la jornada electoral, cuando empiece ‘Una misa por la reconciliación’. Comisionada por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional, esta obra monumental de Juan Pablo Carreño, se estrenará mundialmente el martes 29 de octubre, a las 6:30 p.m., con sonido y proyección en la Plaza de Bolívar, y se repetirá al día siguiente, el miércoles 30 de octubre, en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia, a las 7:00 p.m. Una creación musical para unir a Colombia, para resucitar la fe en nuestra capacidad de transformación hacia una sociedad más justa y para entender el dolor del otro. Ambos conciertos de entrada libre.
«Una misa por la reconciliación» es una obra comisionada al compositor bumangués Juan Pablo Carreño, desde la firma de los acuerdos de paz de Colombia. Su producción, que cumple alrededor de tres años, ha logrado la excepcional reunión de músicos de Francia, Suiza, Estonia y Colombia, todos de una destacada trayectoria y con un alto compromiso con la música y la realidad de nuestro tiempo. El director francés, Maxime Pascal, llega a nuestro país inmediatamente después de presentarse en La Scala de Milán; el conjunto vocal de Estonia, Vox Clamantis, es el coro de música sacra más importante de la actualidad; el barítono suizo Sydney Fierro colabora regularmente con los grupos europeos más prestigiosos de música barroca, y la orquesta de cámara Ensamble Le Balcón, de París, es reconocida por sus fuertes vínculos con la música contemporánea y las nuevas tecnologías. Ellos unirán sus talentos, voces e instrumentos a la sublime Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y al coro mixto Voces de Luz.
Dividida en tres oficios, -el ‘Oficio por la pasión de las víctimas’, el ‘Oficio de las tinieblas’ y el ‘Oficio de la misa para la reconciliación consigo mismo’- esta obra monumental para gran orquesta, órgano, coros y solistas, pone en diálogo textos de San Francisco de Asís, del Profeta Jeremías, de la Misa del Domingo de Pascua, del filósofo Nicolás Gómez Dávila y del escritor Fernando González Ochoa, con los testimonios y los nombres de 4500 víctimas de masacres, como las de Bojayá y El Salado. Su propósito es invitar a elevar una oración que nos abra la esperanza a la trascendencia de nuestras almas y a la unión espiritual que necesita Colombia para su transformación a una sociedad más justa y en paz.