Molière en Qrramba

Versión libre de las Preciosas Ridículas

En la celebración de los 400 años del nacimiento de Molière (1622-1673), llega a la Alianza Francesa de Barranquilla, Molière en Qrramba. 

En 1659, un año después de regresar a Paris luego de deambular durante diez años por las provincias, Molière y su troupe estrenaron su primera gran comedia: Las preciosas ridículas. El éxito obtenido atrajo tanta afluencia de público al teatro del Petit Bourbon, que obligó a la compañía a doblar el precio de la entrada desde la segunda función, para evitar aglomeraciones y trifulcas en la entrada. Durante cuatro meses el lleno fue total pero, por presiones de un sector de la corte y de cierta clase social que se sentía ridiculizada, la obra tuvo que ser retirada de cartelera. 

Esta clase emergente, conformada por familias de terratenientes que habían emigrado de las provincias, se esforzaba por encajar y ser aceptada socialmente, transformando sus costumbres, su acento y maneras de hablar. En su esfuerzo por pasar de lo ordinario a lo sofisticado esas personas llegaban hasta el ridículo. Su mal gusto, las poses fingidas, las exageraciones, el lenguaje rebuscado, etc., son plasmados en la escena por Molière y sus actores, manteniéndose, como él mismo lo escribió más adelante, “en todas partes dentro de los límites de la sátira honesta y permisible”. 

La anécdota es simple: dos muchachas campesinas ricas acabadas de instalar en París por su padre con el propósito de casarlas, se rehúsan a aceptar el cortejo de un par de adinerados pretendientes; el matrimonio haría fracasar sus planes elegantes. Los rechazados galanes deciden vengarse. Es cuando a la escena entra el mismísimo Molière, encarnando a Mascarilla, quien termina encantando a las ilusas bachilleras provincianas, y levantando un desopilante retrato satírico del arribismo cultural, tan profusamente conocido entre nosotros con -entre otras etiquetas- aquella certera y mordaz del espantajopismo. 

La puesta en escena, dirigida por Eduardo Chavarro, es actuada certeramente por el elenco de Repertorio del Programa de Arte Dramático de la Universidad del Atlántico, y es un homenaje al gran comediógrafo, actor y director francés, cuya obra continúa seduciéndonos con su frescura, sentido del humor y teatralidad 400 años después de su nacimiento.