Exposición «Ciudades ocultas» de Jorge Lenis

Desde

Nov

15

Hasta.

Feb

15

Exposición «Ciudades ocultas» de Jorge Lenis

LUGAR

Alianza Francesa sede Centro

DIRECCIÓN

Carrera 49 # 44 94 local 258

HORA

6:30 pm

VALOR

Entrada libre

«Como un paisaje que desde su levedad se insinúa y en su pesadez se niega. A modo de papel de colgadura se expande sobre lo profundo de un espacio la imagen central de un conjunto de obra que a modo directo se contextualiza en el ámbito de lo territorial; estableciendo un diálogo con los demás elementos de la muestra acerca del modo cómo se piensan, se dibujan y se comunican los planos de expansión urbana, mostrando que el crecimiento de las ciudades no se mide por el tamaño sino por el equilibrio, evidenciando claramente esa notable brecha que existirá siempre entre conservación y desarrollo».

Jorge Lenis

 

«Toda emoción, en cuanto que sea un poco intensa, tiende a comunicarse, a propagarse alrededor de ella misma» escribe Roger Bastide. «Toda emoción es contagiosa. Pero aquella que está al máximo es la emoción estética» Nacida ella misma de un impulso emocional, la obra de arte expresa ante todo el estado del alma del artista, su fondo psicológico. Si el tema de la ciudad es, al menos, hasta ahora, recurrente en la obra de Jorge Lenis, nunca se traduce, como lo decíamos, por una verdadera representación de ella. El artista, atraído, fascinado tal vez, por el paisaje urbano, parece de hecho desear asirlo y rechazarlo simultáneamente. El asirlo, ya que sus contornos y sus formas responden a su proyecto artístico; de la densidad de su red de líneas derechas él extrae sus perspectivas infinitas. De la organización abstracta de su espacio, conserva el rigor de las líneas verticales que encierran la superficie de la mesa. Aun así guarda la necesidad imperiosa de rechazar este mismo espacio público. No aceptando la frialdad de una arquitectura moderna, que  amplifica la impresión de vacío y de soledad que expresa, inevitablemente, cada gran ciudad de este tipo, el artista utiliza entonces un lienzo fino. La fina costura le permite preservar y cuidar su sensibilidad, y de suavizar en el mismo tiempo un orden geométrico glacial. Transformando el vacío, la indiferencia de un lugar anónimo en un espacio misterioso y secreto, intensificado por el juego de las iluminaciones exteriores, Jorge Lenis expresa así su propio deseo de independencia y de soledad. El tumulto de la masa no le concierne; de la ciudad, él retiene (recuerda, escoger) solo lo que le conviene, es decir, un plano de arquitecto que en su organización en perspectivas abiertas le ofrece una libertad infinita. Lejos de traducir una impresión agobiante de abandono o de aislamiento, los espacios vacíos de la superficie pintada aparecen así como un lugar de acogida privilegiado para la imaginación del artista, probablemente, y también para aquella del espectador. Guiado por las líneas oblicuas del primer plano, la mirada se escapa y recorre la superficie; pasando de un plano a otro, libre de su itinerario, se descubre así un espacio de paz, un momento silente, un instante de descanso.    

Radicalmente opuesta a esta obra por su composición, la segunda pintura no deja ninguna posibilidad de evasión a la mirada. Las líneas de fuga se encuentran, el espacio está cerrado, bloqueado incluso por una ancha banda negra; el espectador, como lo quiso el artista, queda prisionero de una ciudad muerta. Sin embargo, contrariamente a toda espera, esta situación no es generadora de angustia. La calma, la mesura, la sensibilidad del artista hacen una vez más de este lugar un islote de serenidad y de equilibrio. La suavidad de los colores, declinados en sutiles sombras de gris, de anaranjados y de mármol proyecta una luz tamizada sobre las formas y reduce la dureza del contraste impuesto por las masas negras, al centro  y a la izquierda de la mesa. Seducido por la armonía de tintas, tranquilizado por el equilibrio de la composición, el observador se abandona dulcemente a la evocación. La ciudad parece de pronto muy lejana, su recuerdo ha sido desvanecido, dejando lugar a un nuevo espacio, propicio al pensamiento, favorable ahora a la contemplación. Así, la vida escondida y silenciosa del ser se ha afirmado, a merced de algunas líneas y de una bella armonía. El espacio privado ha sustituido al espacio público.

«Una obra de arte existe solamente cuando está más allá de lo real » escribe Olivier Revault d’Allones. Más allá de lo real, en la poesía y el refinamiento de un trabajo puesto sobra la sombra: es aquí, en efecto, que se sitúa la obra de Jorge Lenis.

Abierta hasta: Viernes 15 de febrero del 2019
Alianza Francesa sede Centro / Galería Olivier Debré
6:30 p.m.

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